Las condiciones de seguridad en el Centro de Atención Integral 26 de julio, en Puntarenas, están siendo mejoradas gracias a la construcción de una malla perimetral del lugar, realizada con trabajo de privados de libertad.
Un grupo de seis privados de libertad labora desde el pasado 20 de agosto en ampliar unos tres metros los muros del Centro Penitenciario mediante la colocación de mallas perimetrales, con el objetivo de reducir una condición de vulnerabilidad en esta infraestructura, que facilitaba el tráfico de drogas.
“Estas obras son una manera de mejorar la seguridad del Centro. En este sitio se producían lanzamientos de drogas y aparatos telefónicos desde el exterior, ya que está rodeado de potreros. Como parte de nuestra labor de revisar las condiciones de seguridad del lugar y reducir sus puntos vulnerables, se decidió realizar estas labores de mejora en la infraestructura con esta malla perimetral”, explicó Pablo Bertozzi, Director de la Policía Penitenciaria.
Las autoridades han tenido cada vez más trabajo en su lucha contra el tráfico de sustancias ilegales en centros penitenciarios. La cantidad de droga decomisada pasó de 126 mil gramos en el 2015, a 155 mil gramos en el 2016 y a 216 mil gramos en el 2017.
Ante este desafío, se buscan alternativas para mejorar la seguridad de la infraestructura, como en este caso de Puntarenas, con la colocación de esta malla perimetral. Danilo Mesén, Director del Centro Penitenciario, comentó que los privados de Se proyecta que la colocación de las mallas se concluya hacia finales de setiembre.