Los jóvenes del Centro de Formación Juvenil Zurquí, vivieron dos días fuera de serie. En total, 35 muchachos de las secciones de oportunidad, fueron seleccionados para participar en un campamento lleno de actividades, sorpresas y reflexión.
A través de las diferentes dinámicas y charlas, se trabajaron temas como el trabajo en equipo, la espiritualidad, la autoestima y la autoaceptación.
Aunque el campamento se desarrolló dentro del centro, los participantes tuvieron la oportunidad de cambiar, por esos dos días, su celdas por tiendas de acampar. Además, compartieron alrededor de una fogata, donde pudieron ver las estrellas que durante su encierro no pueden ver.
“Nunca había estado en un campamento y cuando me contaron, ni siquiera podía imaginarme cómo iba a ser. Fue muy bonito saber que íbamos a dormir en un espacio diferente. También organizaron una fogata donde pudimos compartir y fue un espacio para pensar, reflexionar y motivarme a tomar buenas decisiones.
“Nos hemos sentido libres y eso lo lleva a uno a pesar muchas cosas y a sentirse agradecido por las oportunidades que nos dan. Además, genera más lazos entre la población”, mencionó Erick, participante del E2.
La actividad fue desarrollada por la organización Sígueme Costa Rica, la cual trabaja con escuelas y colegios haciendo convivencias, retiros, charlas de valores y mucho más.
“Nosotros siempre estamos buscando cómo ayudar a los demás y después de varias actividades, decidimos hacer un campamento con población privada de libertad. Creemos que ellos pueden cambiar, mucha gente no quiere venir acá porque tienen miedo, pero nosotros creemos en estos chicos y nos enfocamos en ese cambio a través de la espiritualidad”, indicó Pablo Lavalle, misionero de Sígueme Costa Rica.
Maureen Sánchez, del Departamento de Orientación, reconoció la importancia de este espacio como una oportunidad para motivarlos, mejorar la convivencia entre la población, fomentar valores, el trabajo en equipo y minimizar los efectos deteriorantes de la prisión.
“Es muy bonito que nos den esta oportunidad y que confíen en nosotros. La gente lo ve a uno, como se dice popularmente, ‘como cualquier rata’, pero uno tiene sentimientos y no siempre es así, uno quiere cambiar”, mencionó Gregory, participante del E2.